día 241
Miraba embobada las vías del metro sentada en aquel banco de Plaza España sin parar de llorar, mientras cantaba Piledriver Waltz. A esas alturas la daba absolutamente igual quien mirase o dejara de mirar. Había vuelto a entrar en aquel circulo vicioso y sabía que, para no variar, él no la iba a ir a buscar.
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Yo, como ella, tiendo a caer en los círculos viciosos...
ResponderEliminar¡Un beso!
A veces las personas te sorprenden, y espero que la sorprendan a ella ;)
ResponderEliminarCuando llegas a llorar en el metro y lo demás te da igual, es que ha dolido (o duele) muchísimo.
ResponderEliminarabrazo
de oso pardo
muy fuerrrte.
acabo de ver en fb que el día 77 fue el que más éxito tuvo, así que voy a ir ahora a echar un vistazo oye :)
ResponderEliminarCada vez que te leo tengo unas ganas inmensas de fugarme a madrid y empezar a conocerlo, en serio.
ResponderEliminarcada vez que te leo tengo muchísimas ganas de escaparme a madrid para conocerlo.
ResponderEliminarYo acabo de salir del círculo vicioso... Aunque en vez de en el metro, me puse a llorar cuando fui a poner gasolina! Imagínate la cara del chico que me estaba sujetando la manguera... jaja
ResponderEliminaresos momentos los tenemos todas =(
ResponderEliminardonde esta ese banquito?
AMO ESA CANCIÓN.
ResponderEliminarNo importa quien mire, y menos si estás escuchando eso.
PD. Si no la busca, no la merece =)