Parte de ellos...

día 280

Esta mañana me he quedado dormida. Mi reloj estaba parado en una hora diferente. Y yo me encontraba totalmente desorientada. Me he pintado los labios de rojo. A veces tengo la sensación de que hago eso, vestirme de fuera hacia dentro. Como si ponerme una chupa de cuero y pintarme los labios de rojo fuera a otorgarme una personalidad nueva. Como si fuera a sacar fuerzas de donde no las hay. Quizás así es como empezó la historia y ni si quiera yo lo sabía. Quizás hoy es el día en el paso de ser P. a cualquier otra letra del abecedario.

día 279

Si alguien me preguntara cual es mi mayor virtud diría que volverme invisible. Aunque posiblemente contestara lo mismo a cual es mi mayor defecto. Pensándolo bien no creo que sea una cualidad que me pertenezca. Soy una de esas chicas que si no gritan nadie las mira, el problema es que me paso la vida gritando y la gente se lleva la idea equivocada. Si no le susurro a casi nadie es porque soy una cobarde que está acostumbrada a que casi nunca salga bien. A ni si quiera entender el porqué. A que en el momento más inesperado se te olvide que eras capaz de verme.

día 278

No creo que exista una confesión más sincera que una lágrima. Cuando todo te desborda y no lo puedes evitar. Quizás por eso los cobardes odiamos llorar. ¿Qué hay más vulnerable que una persona que llora?  No es fácil encontrar a alguien delante del que poder llorar. Desnudo y sin ninguna armadura, dejarte llevar. Todas esas cosas que no nos atrevemos a decir se derraman así. Y tras tres lágrimas en la oscuridad de aquella burbuja, recuérdame que deje flores en su puerta.

día 277

Y,  se cansó. Del amor obsesivo, del amor enemigo. De los comportamientos destructivos y de todo eso que nos han vendido. Que eso no  es amor, que va. Le sacó el dedo a todo aquel que decía que el amor de verdad es de ese que sale en las películas. Que si no eres capaz de sacrificarlo todo o no te sientes morir cada vez que te deja porque se aburre y necesita espacio, eso no es amor. Les grito en la cara a todas esas niñas tontas que se creen todos los cuentos y cuyo final feliz sólo existe acompañada. Y que les den a todas esas de "es que lo hace porque me quiere" o "es que los chicos son así". Se dio cuenta de que, lo que ella creía que era el amor era sólo por lo que le habían contado, así que decidió llenarse de experiencias para redefinir esa palabra a su manera, y olvidarse de tanta drogodependencia y sacrificio. Que no hay que creerse todo lo que se dice por ahí. Que a lo mejor lo que pasa es que no les hace gracia verte libre y feliz.

día 276

Allí estabas tú un domingo por la mañana sentada en aquel banco de Majorstuen, cubierta de miles de capas de abrigo. Entre los guantes sujetabas esa rosa que él te regalo, esa que tienes guardada entre las páginas del libro de tu mesilla de noche. La gente te miraba al pasar y es que siempre has sido una chica muy peculiar. Pero tú no dejabas de sonreír como hacia mucho, mucho tiempo que no hacías.  Por aquellas fechas yo ni si quiera te conocía, pero da igual. Me lo contaste tiempo despué. Y sé que no fue él, que no fue la rosa, que fuiste tú. Que empezaste a ver un poco de luz en aquel Oslo que comenzaba a descongelarse. Y es que, a  veces, el viento del norte nos trae precisamente lo que necesitámos.

día 275

Me dio por pensar que en Noruega el invierno era mucho más bonito. Que los gorros de lana les sentaban mucho mejor a las nórdicas. Que la gente sonríe más en el norte. Llegué a creer que las hojas aquí tenían tonalidades más bonitas. Que este cielo tan azul no sé veía desde ningún otro sitio del planeta. Que de noche se contaban muchas más estrellas. Fui tan ilusa de creer que todo eso era consecuencia de mis coordenadas cuando has sido tú el que has hecho que todo sea más brillante.

día 274

Y, así, como si nada, se creo la patrulla de cazadores de auroras boreales. Y se sustituyeron las noches sentada en la barra del bar, esperando que apareciera algún chico al que no le importara llevarse a la cama para echarlo a patadas por la mañana, por sentarse sobre de la nieve con cuatro matas y un termo a mirar las estrellas. Podían aparecer en cualquier momento, dejarte un mensaje en el móvil o llamar sin parar al timbre de tu casa. Que, aunque el frío noruego no consiguió descongelarte, te cambió la vida y lo necesitabas.

día 273

Vino a mí para que lo escribiera. Vino a mí para que le creara toda una historia de cuento. Con esa personalidad de personaje y esos pequeños detalles que parecían cosa de magia. Pidiendo a gritos que hiciera algo maravilloso, que no dejara que su historia se quedara en nada, como tantas otras.Y se empeñó tanto en que su historia fuera maravillosa, que terminó por transformarme a mí en parte del cuento.

día 272

Y la nieve lo cubrió todo de blanco. Absorbiendo los colores, desdibujándolo. Incluso a ella. Se sentía tan perdida que ni si quiera se dio cuenta de que iba dejando huella.

día 271

Allí estaba ella, de pie sobre el alfeizar de la ventana de aquella habitación de hotel del piso 37, mirando hacia el vacío que se abría bajo sus pies. Más de cincuenta metros de caída libre. Una muerte prácticamente segura. La botella de tequila que sujetaba con la mano izquierda estaba prácticamente vacía  No sabía muy bien cuanto tiempo llevaba allí de pie cuando de repente escuchó su voz desde la ventana.

-Deberías andar con más cuidado.

Ella se giró y allí estaban otra vez esos ojos. Mirándola con una intensidad que no recordaba haber visto nunca.

-¿Quieres morirte conmigo?-preguntó ella con una sonrisa picara en los labios.

-Primero quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.

día 270

En el preciso instante en el que iba a echar a volar para comenzar su huida, él la agarró del bajo de la falda. Y no dijo nada, no quedaba nada más por decir.
Blogger está muriendo, blogger agoniza. Y es una enfermedad que le hemos causado entre todos. No voy a excluirme, yo soy la primera que ha bajado el ritmo de sus publicaciones, que ha dejado de visitar otros blogs, en definitiva, que ha perdido la ilusión. Tener un blog requiere tiempo y esfuerzo, al principio no lo pensaba porque todo el tiempo que dedicaba a este blog lo hacía con una sonrisa de oreja a oreja, pero con el tiempo comenzó a parecerme más tedioso. Aun recuerdo los días en los que blogger era la primera página que miraba nada más encender el ordenador y ahora da gracias si la visito una vez por semana. Pero cuando empecé este blog me hice una promesa, que pasara lo que pasase no lo iba a abandonar jamás. Así que si tengo que esforzarme más lo haré porque, de lo que no hay ninguna duda es de que, pienso quedarme hasta el fin, hasta que digas "no da para más".

PD. No es una entrada muy típica de mí, pero llevaba mucho tiempo pensándolo y la @SrtaWhile ha encendido hoy la mecha.
PD.2 Resulta que por casualidades del destino esta es la entrada número 300 de este blog y, aunque sea triste, creo que no podría haber sido otra mejor.

día 269

Te lo dije, el día que te dieras cuenta yo ya estaría lejos. Y para ese lejos no me hizo fatal usar ningún billete de avión, no. Fue una cosa entre tú y yo, nadie más lo vio. No recuerdo cual fue el detonante pero no deje de correr en meses. Huir de ti, eso quería, poner toda la distancia posible hasta que llegara un momento en el que pudiera mirar atrás sin miedo. Parece imposible pero pasa, mirar a los ojos a esa persona que antes de hipnotizaba y no sentir absolutamente nada. Es una sensación rara, una mezcla entre batalla ganada y ganas de llorar. Y, ahora, ahora que verdaderas distancias nos separan, ahora que a más de tres horas de avión, ahora que hay desconocidos hasta en la cocina y que le veo en cada canción, me he dado cuenta de que echo de menos esa sensación, de que quiero volver a estar totalmente hipnotizada. Que no pienso regalarte algo que no te mereces cuando él esta dispuesto a ganárselo a pulso.

día 268

Quería escribirte un texto ¿sabes? Porque te lo mereces, porque llevas ahí tanto tiempo, agarradito de la manga de mi camisa, o puede que con tu manita dentro del bolsillo trasero de mi pantalón, no lo sé. El caso es que estabas ahí, siempre. En mis días buenos, en esas noches que suplicaría a quien fuera por que fueran reversibles o aquel mes de abril que ahora no me parece tan horrible. Siempre estabas ahí, con la respuesta que yo necesitaba. Llevo días rumiando la idea en mi cabeza, de mandarte una carta genial, de esas que hasta te hacen llorar. Pero alguien tiene a mi inspiración amordazada y no consigo que salga nada. Y es que, ya te lo dije, todas las palabras te quedan pequeñas. Pero por aquí ya está anocheciendo, y empieza a oler a magia. Quizás mañana me toque ir a correos. Que "complemento" es una palabra genial y hasta la fecha es la que mejor te ajusta.

día 267

Ya lo cantaba Pulp: "but then, something changed" y una pequeña parte de mí era lo único que quería, que todo cambiaran así. Aunque, en realidad, me resulta tan increíble que, como una autentica Jarvis Cocker, yo ahora estoy llena de un montón de "¿Y si...?" distintos esperando a que vengas me abraces y me digas "Stop asking questions that don't matter anyway."  Y es que siempre has sonado tanto a Pulp que era inevitable que esta canción terminara colándose en nuestras vidas.