día 233
Nos conocimos un otoño pero nuestros labios no se juntaron por primera vez hasta un día de invierno con demasiado alcohol en las venas. Lo dejamos pasar y al final terminó por engullirnos a los dos. Florecimos en abril, tarde y mal, como todo lo que yo hago. Sin querer darnos cuenta llego el verano y con él las distancias, que, aunque duraran poco tiempo, nos hicieron daño. Entre cientos de trayectos de autobús nos fuimos conociendo más y más. Y, sin que nos diéramos cuenta, volvía a ser otoño. Siempre me dio mala espina ese otoño, y es que creo que fue ahí cuando empezamos a rompernos. Empezaron las decepciones, el pasar menos tiempo juntos, el dejar de escucharnos. Pero pese a eso aguantamos, aguantamos el frío como unos campeones. Y, cuando empezaba a asomar de nuevo la primavera, se rompió, se rompió para siempre y, ni con todo el celo del mundo he sido capaz de volverlo a unir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Parecidos razonables con...
abecedario
andenes
autoengaño
chica polar
como dijo Jarabe de Palo
con matasellos de...
contigo
donde dije digo digo Diego
el cuaderno de Sofía
el día de los enamorados
ellos
Ethan y María
fuimos perfectos
historia de un abandono
historias de médicos
historias intergalácticas
inocente
la coleccionista
la extraña familia
Laura y Pedro
maldito optimista
mujer exacta
Noli
nosotros
personas o personajes
planeando
rompecorazones
señales
sin palabras
solo eso
Susana
una vida más
vaya par de tontos
Buah, brillante; una vez más, me has dejado sin palabras :)
ResponderEliminarDicen que lo que mal empieza, mal acaba. Es una pena, la verdad, sobre todo cuando una hace hasta lo imposible porque no suceda.
ResponderEliminarUn beso.
Es una pena que algo asi se termine. Espero que encuentres a otra persona que merezca la pena y vivas una primavera eterna.
ResponderEliminarUn besazo :)
Creo que ya te lo he dicho, pero cada texto que subis me hiela los huesos hasta las entrañas y me deja el corazón latiendo intensamente.
ResponderEliminarHay cosas que se rompen para siempre, y con todo el esmero del mundo, es imposible volver a unirlo. ADORÉ ESTE TEXTO
Besos agridulces *-*
la dichosa primavera, que la sangre altera. LOVE IT
ResponderEliminarQuizás con pegamento....
ResponderEliminarYo tengo un rollo de celo rosa en el escritorio con el que igual podrían probar. Porque esos amores que empiezan en otoño pero no se besan hasta el invierno son para apostar por ellos. Y que ninguna estación acabe con ellos.
ResponderEliminar;)
Cómo me gusta pasar por aquí. Es como si no pasara el tiempo de una vez a otra. Es esa seguridad de que algo me va a gustar...
ResponderEliminarEs genial todo lo que escribes... al menos a mi me encanta.
millones de besos ácidos
Todas las primeras frases de tus entradas me matan.
ResponderEliminar:)
No hay que gastar celo en el pasado ;)
Genial.
ResponderEliminar