Parte de ellos...

día 136

Si ella fuera más valiente ahora mismo se levantaría de su cama, cogería su teléfono y marcaría nueve números que se sabe de memoria. Cuando él contestara, antes de que pudiera decir nada ella comenzaría a disculparse. Le diría que le gustaría no haber hecho nada de lo que hizo, que sentía haber estado cosa de diez años sin dar señales de vida, que no había dejado de pensar en él ni un segundo, que le echaba muchísimo de menos, que le quería, que siempre lo había hecho. Y él, que no ha cambiado nada en estos años, le diría que la perdonaba, claro que la perdonaba, él siempre la perdona todo, porque en el fondo lleva algo así como toda una vida enamorado de ella. Lo más probable es que hubieran decido quedar, para reencontrarse, tal vez en alguna cafetería, aunque en el fondo los dos se morían de ganas de ir a su banco. En algún momento ella le habría llamado Toño, y él no habría podido evitar sonreír porque ya nadie le llamaba así. Debido a la nueva valentía de ella, por primera vez en su vida, habría sido capaz de confesarle que no huyó de él, si no de sus propios sentimientos, que salió corriendo al darse cuenta de que se estaba enamorando de él. Y entonces él, la habría agarrado de la barbilla y la habría dado el beso que lleva una decada esperando.


Pero, si ella fuera más valiente no habría salido corriendo hace diez años. No, ella no es valiente, y tampoco sabe que él la quiere, así que no llama, se queda ahí, tirada en la cama, mirando al techo y pensando en él, con el cenicero cada vez más a rebosar de colillas.

12 comentarios:

  1. Esta historia es cualquier cosa menos absurda.
    Es.. como la vida misma.
    Hay tantas cosas que podríamos hacer mucho más fáciles si juntáramos un poco de valor para enfrentarnos a nuestros miedos!
    Y sin embargo nos a veces nos complicamos la vida por culpa de nuestra cobardía.
    Un beso!

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  2. El amor no es para cobardes... para los cobardes son las ganas que se quedan en ese cenicero, entre la ceniza y las colillas.

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  3. Creo que en este mundo hay muchos ceniceros a rebosar de colillas de tanto esperar...
    me encanta tu blog, sigo leyéndote.
    un beso.

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  4. que le llame. Ya, a estas alturas de la vida, ¿qué puede perder?

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  5. A veces cuesta mucho lanzarse a la piscina sin saber si está llena o vacía... y el amor es una piscina muy incierta

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  6. deberiamoos ser capacees de vencer nuestros miedos aunque fuese por una vez, hoy muchas mas probabilidades de que ganasemos que de otra cosa. Deberia llamar, ella lo sabe.
    Muy bonito!

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  7. y si él se diera cuenta, QUIZÁ TAMBIÉN HARÍA ALGO jajaja

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  8. Jo, que pena. A veces cuando llevas toda la vida alimentando tu propia cobardía sin abrirle la puerta a la valentía... las cosas no salen del todo bien :)

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  9. las cosas a veces son asi!
    es genial!

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  10. Es muy curioso, a veces correr es lo más valiente. ¿Pero hacia dónde?

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  11. Yo siempre he dicho que la vida es para los valientes.... que siempre hay que luchar por lo que queremos porque a fin de cuentas es lo unico que importa...


    bonito texto y que familiar me es-----

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