Parte de ellos...

día 126

Hacía tiempo que no escuchaba un corazón de verdad. Exactamente desde que el de Carlos dejo de sonar. Siempre fue una chica diferente a las demás. Y no sabía muy bien porqué, siempre tubo la extraña manía de tumbarse en la cama durante horas y horas a escuchar latir corazones ajenos. No es que el de Carlos fuera especial, era un corazón más de su colección. Pero por mucho que buscó fue incapaz de encontrar un corazón igual. Desde entonces, nunca más le gustó escuchar los latidos de corazones ajenos. Hasta que un día le escuchó a él.

8 comentarios:

  1. preciosos textos ¡como siempre! :)

    ResponderEliminar
  2. No es bueno aferrarse, pero a veces es imposible no hacerlo... me gusta su manía, creo que yo tambien soy rara

    ResponderEliminar
  3. Puede que fuera un corazón más, pero, de alguna manera, era especial y latía diferente.

    ResponderEliminar
  4. Siempre termina un corazon que nos hace empezar a bombear el nuestro.

    ResponderEliminar
  5. ains, si es que cuando te topas con un corazón así... para qué abrazarte a otros? :)

    bo ni tí si ma

    ResponderEliminar