Parte de ellos...

día 127

Marisol siempre tiene una sonrisa enorme pintada en la cara. Es una de esas niñas que te alegran la mañana si coincides con ellas en el autobús. Lástima que hoy en el patio del colegio algo la haya borrado la sonrisa. Al parecer Carlitos la ha empujado y, al caer, se ha hecho un raspón en las rodillas. Y luego no la ha dado un beso ni nada ¿qué clase de príncipes azules son estos? Y es que ha sido exactamente en ese momento, allí sentada en secretaria mientras la cuidadora le embadurnaba de Betadine las rodillas cuando Marisol ha dejado de creer en los cuentos de hadas.

11 comentarios:

  1. Hay veces que un simple detalle te amarga el día.

    DISFRUTA!!

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  2. Yo dejé de creer en ellos hace mucho... tal vez nunca creí en ellos ni en los prícipes azules. Me gustaría saber por qué engañan a las niñas de esa manera... y me gustaría creer que en el más recóndito lugar del mundo me espera mi príncipe azul (aunque sepa que desteñirá con el tiempo...)

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  3. Pobre Marisol. Lo justo es que nos demos cuenta un poco más tarde... no?
    Qué menos que tener unos años de magia, luego ya que vengan las decepciones si quieren...

    :)

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  4. Algun día tenía que desengañarse con eso de los principes azules... pobre Marisol!
    A partir de ahora los buscará de otro color ;)

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  5. Yo también debería dejar de creer en príncipes azules... (:

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  6. Creo que una parte de mi llamada ingenuidad, a<partir de ahora debería llamarse Marisol...
    me encantan tus textos:)
    un beso!

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  7. casi nunca comento pero siempre espero tus historias, me encanta como escribe y ya que yo no tengo el don jajaj leo tu blog :)
    saludos!:)

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  8. Qué crueles son los niños, destrozando los sueños de los demás...

    Se parecen a muchos mayores.

    Un beso!

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  9. Debería de alegrarse. Seguro que Carlitos envidia el nuevo color anaranjado de piel que tiene en su rodilla y en unos años él tampoco busque princesas, si no a ella...

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  10. marisol es como el sol, cálida y luminosa :)

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