-Te digo yo que al final vas a acabar enamordísimo de mí. No, espera, ya lo estás. Lo que pasa es que aun no lo sabes.
-Y yo te digo que nada más nacer te escurriste de las manos del médico.
Menos mal que Lucía es una romántica empedernida y demasiado optimista que no pudo evitar pensar: "Pero no a dicho que no".
Me encantan tus absurdar historias, Sophi.
ResponderEliminarSon mágicas, cómo vos.
Me encanta el optimismo sobretodo cuando tiene tanta gracia.
ResponderEliminarBesos
ajaj seguro que Lucía lo consigue:)
ResponderEliminarClaro que no ha dicho que no... ha buscado la manera de no confesar que sí.
ResponderEliminarjajaja, cuando era chiquita pensaba igual. Y esa clase de pensamientos me han hecho pasar tal males ratos luego!
ResponderEliminarjajajaja me recuerdan a mi mismo jajaj fantastica! me encanta la historia
ResponderEliminarjajajajajajaja me encanta!! Supongo que esas cosas las pensamos cuando estamos MUY pillados :)
ResponderEliminarFelicidades por los seguidores (se que llego tarde)!!!!
Besos desde Francia
a mí la gente que dice esas cosas me da ganas de decirle: ojalá que la que acabe enamoradísima seas tú y pase de ti, por tontita.
ResponderEliminar(besodeesquimal)