Parte de ellos...

día 214

Conoció al amor de su vida por un pintauñas. Al parecer ese pintauñas se la cayó en mitad del vestíbulo de un hotel gigantesco y casualmente lo recogió él, que se pasó la noche entera buscándo a su dueña por todo el hotel hasta que dio con una chica, con las uñas pintadas del color exacto del botecito que el tenía en sus manos, sentada en la barra. Él se acercó a preguntarla y algo hizo click, ya sabéis estas cosas que pasan. Imaginaos mi sonrisa cuando ella me lo contó, y es que ella nunca se pintaba las uñas hasta que yo la convencí.

12 comentarios:

  1. ya sabes que a mi estas historias me matan, pero de amor :)

    ResponderEliminar
  2. Tú es que haces única a cada persona que te conoce

    ResponderEliminar
  3. Ala. Este tipo de historias me encantan sabias?
    Oye, que tienes un premio en mi blog ñ.ñ
    Porque me encanta todo lo que escribes, lo juro.

    ResponderEliminar
  4. Pequeñíiiiisimas (pero deliciosas)historias de amor.
    (*Cayó)

    ResponderEliminar
  5. De esos pequeños placeres de la vida :)

    ResponderEliminar
  6. A veces es bueno seguir consejos =)
    Que bonito a modo cenicienta ;)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  7. Esa historia hace que vuelva a creer en relatos extraordinarios de amor.

    ResponderEliminar
  8. Y sin darse cuenta fue la causante del amor :)

    ResponderEliminar
  9. Me gusta, me pasaré más a menudo por aquí :)
    besos

    ResponderEliminar
  10. este es completamente increíble!!!

    pd me ecnantan tus posts!
    =)

    ResponderEliminar