La primera vez yo tenía sólo dieciséis años y ella acababa de cumplir catorce. Volvía de una tarde de compras con su madre en el mismo vagón de metro en el que yo volvía de jugar al fútbol con mis amigos. Íbamos armando bastante alboroto y tu madre nos miraba con cara de desaprobación, mientras que tú tenías cierta mirada de curiosidad y una sonrisa traviesa en los labios. Recuerdo que pensé que eras las chica más bonita que había visto nunca. Me bastaron tres paradas para terminar completamente enamorado.
La segunda vez yo tenía diecinueve años y estaba de fiesta con mis amigos de la facultad, tus amigas y tú acababais de conseguir colaros en el sitio de moda, gracias a unos vestidos algo cortos y a un poco de labia, y estabais eufóricas. Mientras bailabais como locas en el centro de la pista no podía evitar dejar de mirarte. En una de esas nuestras miradas se encontraron, me sonreíste y yo lo volví a pensar, eras la chica más bonita que había visto en mi vida. A las dos canciones ya estaba totalmente colado, pero cuando me quise acercar a hablar contigo, ya habíais desaparecido.
Y por último, la mañana que nos conocimos, yo estaba sentado en la mesa de la esquina de mi cafetería de siempre, ni si quiera te vi entrar. Pediste un té en la barra y justo cuando yo me acerqué a despedirme del camarero tú te giraste para irte a una mesa, tirándome todo el té encima. Me miraste con los ojos abiertos como platos y una expresión de pánico en toda la cara.
-Lo siento mucho, ¡Ay madre mía, pero que torpe soy! - empezaste a mascullar.
-No te preocupes. - dije sonriendo y tú me devolviste una sonrisa. Y allí esta yo, pensando una vez más que eras la chica más bonita que había visto jamás.
Vaya, sin palabras, me ha encantado! :3
ResponderEliminarBesitos!!
:) a veces ser patosa es algo muy útil!
ResponderEliminarCasualidades de la vida :)
ResponderEliminarDioses! Esta es la historia "mas bonita" que he leido en tu blog. Me ha encantado y se ha convertido en mi "absurda historia" preferida :D
ResponderEliminarUn beso!
¡Es perfecta! Me ha fascinado, ¡quiero saber más sobre ellos!
ResponderEliminarFalta que termine bien.
ResponderEliminarY la tercera es la vencida ;)
ResponderEliminarPuf, me has dejado con la piel de gallina y sin saber qué decir, así que mejor me voy, de puntillas y en silencio, a ver si no rompo la magia.
ResponderEliminara veces me da por pensar que estas cosas podrian pasar. :)
ResponderEliminarAwwwwwwwww me a encantado!!
ResponderEliminarEl destino existe. ;)
ResponderEliminarQue lindo n.n
ResponderEliminarRealmente increíble, es una de las mejores entradas que he leido!
ResponderEliminarPequeños enamoramientos en el tren, autobús, biblioteca, avión... jajaja :D
ResponderEliminarPorque eres tan impresionante, porque tu blog siempre guarda un lugar para esto, escribir, lo haces como nadie, sea lo que sea que escribas.
ResponderEliminarUn abrazo
Venga ya, es completamente impresionante. Ya quisiéramos a más de una que nos pasara eso ^^
ResponderEliminarPero... ¿tan solo quedó en un accidente?
ResponderEliminarAy, ay, ay. Tu texto me hace pensar que el amor y el perdón van de la mano, no sé si sea del todo cierto, pero seguro que más de uno piensa esto que te digo. Al menos nos provoca una felicidad que si se nota ante los ojos ajenos.
Mañana iré a desayunar a un bar y pediré té (quizá tenga suerte, ya te contaré).
Carpe diem!
WOW. Me encanto!
ResponderEliminarEs muy tierno leer un texto desde la mirada de un hombre :)
sensilla, perfecta, para un día de lluvia como hoy. Me encanto(:
ResponderEliminar