Parte de ellos...

día 173

Esta tarde en el metro, cuando volvía de Tribunal camino a casa, un chico y una chica se han levantado para bajarse en la misma parada. Al ir a agarrarse en la barra para no caerse se han rozado la mano, con un movimiento totalmente mecánico los dos han cambiado la mano para agarrarse más abajo y se han vuelto a encontrar. Él la ha pedido disculpas y entonces ella se ha echado a reír de una manera tan especial que me ha enamorado hasta a mí. Ambos se han bajado del metro y, siento decir, que ya no sé más porque yo no me bajaba hasta varias paradas después. Eso sí, sinceramente creo que esos dos se han pasado la tarde sentados en cualquier banco de Argüelles contándose su vida, sin acordarse en absoluto de a donde tenían que ir.

15 comentarios:

  1. Cosas así son las que te tienen una sonrisa puesta en la cara durante todo el día:)
    Qué suerte tienen algunos!

    ResponderEliminar
  2. Algo así hace tan maravillosa a la vida :)
    un beso!

    ResponderEliminar
  3. Definitivamente, me tiene usted totalmente enamorada de sus historias.

    ResponderEliminar
  4. A veces una chispa es suficiente para que algo comience.
    Yo también quiero pensar que la historia continuó así :)

    ResponderEliminar
  5. Jeje. O simplemente han seguido su camino. Incógnitas de la vida.

    ResponderEliminar
  6. Ojalá sigan sentados en el banco :)
    Un beso!

    ResponderEliminar
  7. Esas pequeñas casualidades son preciosas :)

    ResponderEliminar
  8. Jo, y a mi que me parece que eso sólo pasa en las películas...

    ResponderEliminar
  9. Que monosos, me has hecho sonreir a mi con solo contarlo! ^_^

    Besitos!!

    ResponderEliminar
  10. de Tribunal! me encanta esto de tener las historias tan cerca

    (aun no nos hemos visto por la noche!)

    ResponderEliminar
  11. Extrañas y extraordinarias coincidencias^^

    ResponderEliminar