Parte de ellos...

día 156

No sé como no se me ocurrió pensarlo antes, pero me he dado cuenta de que la vida es algo así como montar en la lanzadera del parque de atracciones. Subes, despacio, pensando en que tendrás que caer, en que llegarás arriba y tendrás que caer. Y, cuando llegas a la cima cada uno lo vive de forma distinta, hay quien se pone de los nervios, quien cuenta los segundos esperando la bajada y quien, simplemente, disfruta del paisaje.

9 comentarios:

  1. Salvo que en la vida la llegada a abajo no es tan delicada, te das una leche bien grande la mayoria de las veces, pero siempre merece la pena.
    No he montado en la lanzadera peroo imagino que si lo hiciese, desde arriba sentiria vertigo, nervios por el momento de bajar, y tambien asombro de las preciosas vistas. Como cuando subes en noria, todo se ve desde otra perspectiva ;)

    ResponderEliminar
  2. Yo me pongo de los nervios, sí, pero a veces resultan unos nervios emocionantes, bonitos.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Tienes toda la razón! ^_^ (nunca lo habia pensado! xDD)

    Besotes!!

    ResponderEliminar
  4. Yo disfrutaría del paisaje, es la mejor forma :)

    ResponderEliminar
  5. nunca dejes de pensar de esta forma, es l amejor manera de enfrentarse al largo viaje :)

    ResponderEliminar
  6. a mi siempre me pasa lo mismo, subo pensando que voy a caer, asustadísima porque voy a caer, temblando de miedo porque voy a caer...y me quedo parada sin abrir los ojos, sin disfrutar de las vistas porque no dejo de pensar que voy a caer... y al final, ¿sabes qué? caigo. Y no me entero. No me asusta. No es para tanto... y, al llegar al suelo, no puedo dejar de pensar en todo lo que me he perdido por temer tanto la caida.

    ;)

    ResponderEliminar
  7. Lo mejor es disfrutar del paisaje, la caída llegará de todas formas así que, lo mejor, es disfrutar de la cima :)

    ResponderEliminar