día 70

Aquel día su hija no quiso levantarse de la cama, se quedó a oscuras en su habitación escuchando canciones deprimentes una y otra vez, pero Luisa no se preocupó, sabía exactamente lo que tenía que hacer. Corrió al salón cogió el teléfono y marcó los nueve números más importantes para su hija. Al cabo de una media hora llamaron al timbre. Luisa abrió con una sonrisa.

-Gracias por venir, ojala yo hubiera tenido un amigo así a su edad. Está en su habitación.

-Gracias Luisa, tú no te preocupes, son cosas que pasan.- contestó sonriendo mientras se dirigía a la habitación de su amiga.

Nada más entrar apagó el reproductor de música, abrió las cortinas de par en par y le quitó el edredón a su pobre amiga.

-¡Vete! - bufó ésta.- Hoy no me apetece ver a nadie.

-Dear Prudence, won't you come out to play? - comenzó a cantar él.- The sun is up the sky is blue it's beautiful and so are you. Dear Prudence, greet the brand new day.