Parte de ellos...

día 41

Tenía miedo, pero no lo parecía. Camina segura, decidida, con la aparente facilidad de quien tiene claro su objetivo. El taconeo de sus zapatos rojos dejaba a su paso una estela parecida a la de una estrella fugaz que atravesaba el pasillo de un lado a otro. Y un centenar de ojos se habían girado a mirarla. Era bastante difícil que pudieran haber visto antes algo tan hermoso y la vez tan melancólico. Una amplia sonrisa color carmesí iluminaba su rostro o tal vez lo hicieran sus enormes ojos de color mar. Unos impecables bucles rubios, que le llegaban hasta el final de la espalda, se movían al ritmo de sus pisadas. Pero aun así faltaba algo, o sobraba depende de cómo se quiera interpretar. Había una sombra en sus ojos, un temblor en su sonrisa, un enredo en alguno de sus rizos. No era posible saber donde, pero algo no iba bien. Termino el pasillo, frente a una puerta, y con afán decido agarro el pomo. Más miradas indiscretas. Con un movimiento rápido sencillo y, al mismo tiempo, con indecisión y miedo, entró en la estancia.

-¿Qué haces aquí? – interrogó el ocupante de dicha sala.

-Me he cansado de esperar.

Y entonces, solo entonces, tras haber pronunciado aquella simple frase, se derrumbo. Se sentó en el suelo y hecha un pequeño ovillo comenzó a llorar. Y solo él fue capaz de ver la sombra en sus ojos, el temblor de su sonrisa, el enredo en alguno de sus rizos. Solo él fue capaz de ver el dolor de su alma. Solo él la vio de verdad.

3 comentarios:

  1. Es tan relaajante saber que siempre hay alguien que nos conoce tan pero tan bien que hasta se da cuenta de la pequeña marca que deja una polilla en la remera que hace mucho que no usamos pero justo ese día la encontramos y decidimos ponernoslas. Pero es triste cuando esa persona está tan lejos y no tenes forma de que te escuche o de que se de cuenta de tu mal estado.
    Me sentí completamente identificada, muuuy bonito!

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  2. que recuerdos me trae esta historia... horas en clase mirando a no se sabe donde pensado que en un futuro mejor...

    es maravilloso saber que alguien siente tu dolor como suyo propio y sentir que nunca te fallara... (aunque luego todo cambie)

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  3. Y es que a veces solo algunas personas pueden vernos de verdad..
    Me ha encantado la historia, me he sentido un poco identificada con la chica..
    Un beso.
    Lara (:

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