Parte de ellos...

día 276

Allí estabas tú un domingo por la mañana sentada en aquel banco de Majorstuen, cubierta de miles de capas de abrigo. Entre los guantes sujetabas esa rosa que él te regalo, esa que tienes guardada entre las páginas del libro de tu mesilla de noche. La gente te miraba al pasar y es que siempre has sido una chica muy peculiar. Pero tú no dejabas de sonreír como hacia mucho, mucho tiempo que no hacías.  Por aquellas fechas yo ni si quiera te conocía, pero da igual. Me lo contaste tiempo despué. Y sé que no fue él, que no fue la rosa, que fuiste tú. Que empezaste a ver un poco de luz en aquel Oslo que comenzaba a descongelarse. Y es que, a  veces, el viento del norte nos trae precisamente lo que necesitámos.

6 comentarios:

  1. Pues sí, lo inesperado o lo que pensamos que no nos ayudara acaba siendo lo que más nos sorprende.
    (Saludos con café)

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  2. Un texto precioso y con mucha razón. Aunque publiques muy de cuando en cuando, merece la pena y mucho pasarse por aquí(:

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  3. Muy bonita entrada, te espero por mi blog: http://simplementeyo-myself.blogspot.com/ saludos

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  4. gracias por hacerme sonreir. no sabes como lo haces cuando escribes, pero no dejo de sonreir cuando o haces

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  5. Me ha gustado mucho, y además me ha recordado al libro El viento del norte, que también me encantó...
    Conclusión: sonrío :)

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  6. hola!!! He entrado hoy en tu blog y me ha gustado bastante, la verdad. me gustas esas historias =)
    Yo también tengo un blog donde escribo historias de ficción. Hace poco que he empezó, así que te invito a que te pases y si se interesa te quedes para leerla. Me gustaría mucho, la verdad.
    Bueno, espero tu visita =)
    un besito

    mery

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